El Instituto Nacional Penitenciario (INPE) dispuso que el expresidente Martín Vizcarra cumpla su prisión preventiva en el penal de Ancón II, una decisión que marca un quiebre con la práctica histórica de recluir a exmandatarios en el penal de Barbadillo, donde actualmente se encuentran Alejandro Toledo; Ollanta Humala y Pedro Castillo.
El jefe del INPE, Iván Paredes, explicó que la junta de clasificación otorgó al exmandatario un puntaje de 10, lo que según la normativa vigente corresponde a un penal común como Ancón II. “No estoy diciendo que va, debería ir a Lurigancho. Se ha evaluado una serie de motivos, pero la resolución vigente establece que con ese puntaje debe ir a un penal ordinario”, declaró.
Sin embargo, el exjefe del INPE, Wilfredo Pedraza, cuestionó la medida y la calificó de arbitraria. “En un caso tan mediático como este, no es la junta de clasificación la que determina el destino de Vizcarra, sino la cúpula más alta del INPE. Mirar al costado supone un grueso error y una direccionalidad. Enviar a un expresidente a un penal ordinario quiebra la tradición penitenciaria”, señaló