Una norma aprobada por el Congreso en mayo del año pasado habilita a los actuales parlamentarios a postular a cualquier cargo en las Elecciones Generales y Regionales-Municipales del 2026, sin necesidad de dejar sus funciones. Esto incluye candidaturas a la Presidencia, vicepresidencia, Senado, Cámara de Diputados, así como gobiernos regionales y municipales.
Dado que el último año del actual Congreso coincide con el calendario electoral, no existe ninguna restricción legal para que los legisladores se conviertan en candidatos activos mientras ejercen funciones.
Riesgo de proselitismo con fondos públicos
Desde el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) se ha exhortado a las autoridades a respetar la neutralidad electoral. Sin embargo, algunos especialistas advierten que existe una delgada línea entre la representación y el proselitismo político, lo que podría traducirse en el uso indebido de recursos del Estado.
Movilidad, seguridad, viajes, viáticos, alimentación e incluso papel y fotocopias podrían terminar al servicio de campañas personales, financiados por el presupuesto del Parlamento.
Propuestas para garantizar transparencia
El exministro de Justicia, José Tello, propuso que los congresistas que deseen postular a otros cargos renuncien o pidan licencia. “De esa manera no habría ventaja frente a otros candidatos que no ocupan cargos públicos”, indicó.
En la misma línea, el excongresista Víctor Andrés García Belaúnde recordó que en legislaturas pasadas se suspendieron los viajes de representación durante procesos electorales, precisamente para evitar ese conflicto de intereses.
“La Mesa Directiva del Congreso podría suspender estas funciones dos o tres meses antes de las elecciones, así los parlamentarios se concentran en legislar y no en hacer campaña con recursos del Estado”, añadió.