El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, fue condenado este jueves a 27 años y 3 meses de prisión por delitos contra la democracia, entre ellos intento de golpe de Estado, organización criminal y daños al patrimonio público.
La decisión fue tomada por la Primera Sala de la Corte Suprema, con cuatro de cinco jueces votando en su contra. Otros siete acusados en la misma causa también recibieron condena.
Pese a la sentencia, Bolsonaro no irá a prisión de inmediato. La ley brasileña le permite presentar un recurso de aclaración para pedir ajustes en el texto final del fallo, lo que podría reducir su pena o retrasar su cumplimiento. El trámite puede demorar hasta 60 días.
Al tratarse de una condena superior a 8 años, Bolsonaro debería cumplir la pena en régimen cerrado (cárcel común). Sin embargo, su defensa ya adelantó que solicitará prisión domiciliaria, argumentando sus problemas de salud y su edad (70 años). El precedente más cercano es el del expresidente Fernando Collor de Mello, quien obtuvo arresto domiciliario tras ser sentenciado a más de 8 años.
Por ahora, Bolsonaro seguirá en su vivienda bajo arresto domiciliario, medida que cumple desde hace meses en otro proceso judicial.