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Zacarías Kumaramangalám, el padre de la paciencia y eterna sonrisa

Los restos del apreciado párroco serán velados hasta el próximo martes 7 de enero en la Parroquia de Tingo, para luego ser sepultado en el Campo Santo Parque de la Esperanza.

El padre Zacarías Kumaramangalam deja un gran sentir entre las personas que lo conocieron durante su estadía en Arequipa. Proveniente de la India, Kumaramangalam llegó a la ciudad blanca en 1994, a la edad de 42 años, iniciando como párroco de la Iglesia de Tingo, en el distrito de Hunter.

En el distrito sureño, logró visitar diversas zonas, entre ellas la Capilla de la Virgen de Chapi, construida por una pequeña comunidad, hace más de 30 años. En ese lugar, las diversas personas que lo conocieron dijeron sentirse acongojados por su partida, sin embargo, tienen el consuelo de su eterno descanso.

La señora Victoria, vecina del lugar, indicó que el párroco mostraba amabilidad con todos y era muy paciente y entusiasta en la realización de diferentes actividades de la Capilla y de los fieles devotos a la Mamita de Chapi. La vecina Sabina señaló que recordarán su gran sonrisa, sobre todo para los más ancianos y niños de la zona.

El sacerdote, estuvo en otros templos, como Uchumayo y Quequeña, para luego en el 2005 asumir el rectorado del Santuario de Chapi en Polobaya, donde hizo varios amigos en dichas comunidades, que hoy llegan al salón Parroquial de la Iglesia Santísima Trinidad de Tingo, donde son velados sus restos desde mediodía hasta las seis de la tarde, hasta el día lunes 6 de enero.

El próximo martes 7 de enero, se desarrollará su misa de cuerpo presente a las 9:30 de la mañana, presidido por el monseñor Javier del Río Alba, Arzobispo de Arequipa, para luego ser enterrado en el Campo Santo Parque de la Esperanza.

El arzobispo de Arequipa también expresó su sentir frente a su sensible fallecimiento:

 “Siempre el dolor de perder a un ser querido duele, pero en el caso del padre Zacarías, como ha vivido en comunión con Dios y en servicio al prójimo, este dolor viene consolado por la certeza de que se fue al cielo”, sostuvo.

El sacerdote Kumaramangalam padeció de cáncer, siendo tratado en la India y en Arequipa, teniendo conocimiento de su estado de salud el monseñor Javier del Río Alva.

Tras una recaída, fue trasladado a la clínica San Juan de Dios donde falleció el pasado 2 de enero a sus 72 años.