Ha pasado casi un año y la familia del arequipeño Anthony Steve Benavides Arenas aún no encuentra justicia para el padre de familia que falleció, luego que un patrullero impactara la motocicleta que manejaba en la provincia de Cañete en Lima.
El accidente de tránsito ocurrió el pasado 11 de diciembre de 2024, cuando el varón salía de su trabajo en una planta de energía y a solo una cuadra de su centro de labores fue embestido por la unidad policial.
De acuerdo a la familia, el patrullero circulaba a una velocidad extremadamente alta, superando los 90 km/h e incluso alcanzando los 120 km/h, en una zona urbana donde el límite máximo permitido es de 45 km/h.
Erick Benavides, hermano de Steve, señaló que el conductor no habría contado al momento del choque, con licencia de conducir, ni civil ni policial. Además, se comprobó que el patrullero involucrado pertenecía a la comisaría de Punta Negra, pese a que el accidente ocurrió en Chilca, fuera de su jurisdicción.
Cuestionó que Inspectoría de la Policía, hasta la fecha, no impuso ninguna sanción administrativa al efectivo. “Este elemento sigue trabajando en la comisaría de Punta Negra como si nada hubiera pasado, esa es nuestra indignación. El señor manejaba sin licencia y a excesiva velocidad, eso está probado, pero con total impunidad sigue laborando”, señaló.
Asimismo, no habría mayores avances en el ámbito penal por parte de la investigación de la Fiscalía. Desde Arequipa, la familia exige que no quede impune la muerte de su pariente, que dejó en la orfandad a sus cuatro hijos.