Durante la evaluación del Tribunal Constitucional (TC) sobre la demanda competencial presentada por el Poder Ejecutivo contra el Ministerio Público —que busca impedir que Dina Boluarte sea investigada durante su mandato—, el abogado de la mandataria, Joseph Campos, afirmó que las protestas ocurridas entre diciembre de 2022 y enero de 2023 en Ayacucho, Puno y otras ciudades “no son legítimas” y “carecen de amparo constitucional”.
Según Campos, este sería un motivo por el cual las investigaciones de la Fiscalía contra Boluarte carecerían de sustento. “Es fundamental establecer que eso no tiene manifestación de protesta. (…) Frente a eso se activa un deber constitucional (…) Lo que existe es una denuncia inoportuna, que carece de razonabilidad y proporcionalidad», señaló.
El abogado también planteó hipótesis que minimizan la responsabilidad de las fuerzas del orden durante la represión. “Pudo haber una víctima a causa de un policía, pudo haber sucedido. Pero también pudo tratarse de un policía confundido, asustado (…). También podría tratarse de una persona que efectivamente agredió a un policía (…). Todas esas posibilidades deben ser consideradas”, declaró ante el TC.
Campos citó un informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para sostener que los hechos no calificaban como protesta. Sin embargo, el propio informe indica que la mayoría de víctimas fueron consecuencia del uso “desproporcionado, indiscriminado y letal de la fuerza” por parte de la Policía y las Fuerzas Armadas bajo el mandato de Boluarte. La CIDH señaló graves violaciones de derechos humanos en Ayacucho, recomendando investigaciones con enfoque étnico-racial y reforzar el respeto al Estado de derecho.
Dina Boluarte también deslegitimó las protestas en su contra
A fines de 2024, en un discurso por el segundo aniversario del intento de golpe de Pedro Castillo, la presidenta Boluarte recordó las manifestaciones que marcaron el inicio de su gestión. Aunque estas dejaron más de 50 muertos, evitó hacer autocrítica y afirmó que, gracias a su gobierno, “hoy ondea la bandera nacional”.
“Llamaban, ahora sí, a una guerra civil y a que corran ríos de sangre (…). ¿Es posible que una sociedad civilizada haga ese tipo de llamados autodestructivos? (…) Existen ideologías de odio que promueven la violencia y la confrontación perpetua con el afán de destruir la democracia”, expresó.