Desde noviembre del 2022 los comerciantes de la Av. Jesús viven una situación compleja y preocupante en cuanto a sus negocios. El avance lento de la obra Bicentenario y la paralización desde esa fecha, causó que sus ingresos se vean mermados hasta el punto de disminuir en algunos casos en 80% a comparación de lo que era antes de que inicie el proyecto. 

Sonia Salce, representante de los afectados explicó que, ante el cierre de las vías por varios meses generó que los vehículos no puedan ingresar a comprar los productos que expenden, principalmente madera y todo lo relacionado a materiales de construcción. 

“Nos están perjudicando enormemente, desde que inició la obra nos generan una pérdida del 60% en nuestras ventas; ahora, desde que paralizaron en noviembre del año pasado ya nuestras ventas bajaron en un 80%”, indicó. 

“Prácticamente estamos subsistiendo con los pocos ingresos que tenemos, están perjudicando a familias”, acotó. 

Las bajas ventas también repercutieron en el despedido de personal como ayudantes y vendedores. En el sector son más de 80 locales que deberán hacer milagros para no quebrar hasta diciembre, fecha de la nueva entrega de la obra que en su momento prometió beneficiar a la población, pero por ahora solo genera un malestar colectivo.

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