La presidenta del Consejo de Ministros, Violeta Bermúdez, informó que se ha dispuesto pedir a la empresa competente la relación de llamadas que realizó Vladimiro Montesinos en el Centro de Reclusión de Máxima Seguridad (Cerec), ubicado en la Base Naval del Callao.

“Se ha dispuesto solicitar a la compañía de teléfonos correspondiente el listado de todas las llamadas de entrada y de salida del número fijo asignado (a Montesinos) por Cerec, tanto la identificación de destinatarios como la duración de las llamadas”, manifestó la premier en conferencia de prensa.

“Con esta información consideramos que se podrá contribuir mejor a las investigaciones y también al fortalecimiento de los protocolos para evitar que en el futuro se puede producir este tipo de hechos”, precisó.

Fue el excongresista Fernando Olivera quien el jueves 24 de junio difundió unos audios en los que se escuchaba la voz de Montesinos, que habría estado forjado un plan para favorecer a Keiko Fujimori.

Luego, el portal IDL Reporteros reveló que no fueron dos llamadas las que hizo el exasesor presidencial de Alberto Fujimori, como había sugerido la Marina de Guerra y el INPE (Instituto Nacional Penitenciario del Perú), sino 17. De ellas, 12 culminaron en una conversación, mientras que cinco no fueron contestadas.

“La Fiscalía está investigando estos hechos relacionados al reo Montesinos. Pero, inmediatamente antes de las 72 horas que señaló la ministra (de Defensa) como periodo de investigación urgente que había que adoptar medidas, se ha relevado al director del Cerec y a los tres oficiales de guardia asignados durante el mes de junio”, agregó Bermúdez.

“Ellos han sido puestos a disposición de la Dirección de Administración de Personal de la Marina de Guerra e inmediatamente se ha abierto una investigación como corresponde para las sanciones disciplinarias a las que hubiere lugar”, prolongó.

Espera que se fortalezcan los protocolos

La titular de la PCM también indicó que, antes de la pandemia, las personas recluidas en la Base Naval tenían derecho “a dos visitas semanales de tres horas cada una”, pero que “esas visitas se convirtieron en hasta tres horas de llamadas” con la llegada del coronavirus. “Cosa que, desde nuestro punto de vista, al menos desde una evaluación preliminar del Ejecutivo, no correspondería”, manifestó.

“Entonces, esta situación va a derivar seguramente en un fortalecimiento de los protocolos para que en el futuro no vuelvan a suceder estos hechos", culminó.

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