En una tierra donde el volcán mira de frente al cielo y el viento lleva el aroma del fuego y la madera, Boticario vuelve a escribir una historia que no se cuenta con palabras, sino con espíritu. En su taller de destilación artesanal, donde el cobre canta y las manos trabajan con devoción, ha nacido Oak Barrel, un gin que aprendió el valor de esperar.

Durante semanas, el destilado reposó dentro de barricas de roble, respirando despacio, absorbiendo los secretos del tiempo. En ese silencio lleno de aromas, el enebro —ese fruto pequeño y antiguo que da alma al gin— se mezcló con notas de vainilla, especias y madera tostada. Así, el destilado se volvió más que una bebida: se convirtió en un recuerdo.
Cada botella de Boticario Oak Barrel encierra la historia de una familia, de una ciudad y de un oficio que se resiste a desaparecer. Arequipa le ha dado forma y carácter, como si en cada gota viviera su identidad: fuerte, cálida, noble. Este gin no se creó para acompañar la prisa, sino para celebrar las pausas. Es un tributo a quienes saben que la vida, igual que el buen destilado, necesita tiempo para revelar su verdadero sabor.

Pero la historia de este nuevo lanzamiento es también la historia de Arequipa Distillery, la empresa detrás de Boticario, que ha logrado consolidarse como un referente del destilado artesanal en el sur del país. Ubicada en el tradicional valle de Aplao, en el pequeño y fértil pueblo de Acoy, la destilería combina técnicas clásicas de destilación con el uso de insumos naturales, locales y cuidadosamente seleccionados. Cada batch se elabora en cantidades limitadas para garantizar calidad, pureza y autenticidad.
Arequipa Distillery no solo produce bebidas: genera empleo, impulsa la economía local y apuesta por un modelo de producción sostenible que respeta el entorno y valora la identidad territorial. Ese compromiso con la tierra y con su gente está presente en cada botella.
Boticario no nació en una fábrica, sino en una idea: la de que cada persona, al compartir un trago, también comparte un fragmento de su historia. Y eso es lo que busca Oak Barrel: ser un puente entre generaciones, entre amigos, entre los que aún creen que lo artesanal tiene alma. Porque cada sorbo habla del trabajo hecho con las manos, del respeto por los procesos, del amor por lo auténtico.

Con este lanzamiento, Boticario abre una nueva etapa que no busca vender, sino conectar. Sus creadores quieren que la comunidad arequipeña sienta orgullo al brindar con un gin que lleva en su interior la esencia de su tierra. Por eso, Oak Barrel llega acompañado de degustaciones, encuentros y experiencias en bares y restaurantes locales, donde cada copa será una invitación a redescubrir el valor de lo nuestro.
En un mundo donde todo pasa rápido, Boticario Oak Barrel nos recuerda que la paciencia también puede ser una forma de arte. Que el tiempo, cuando se escucha con respeto, deja huellas dulces. Que la madera guarda memoria, y que en Arequipa —donde las cosas se hacen con el corazón— el espíritu del gin puede transformarse en una historia que nos pertenece a todos.
NDP

