La Primera Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Pisco abrió una investigación preliminar para esclarecer las circunstancias que rodean la desaparición de la alférez Ashley Vargas, piloto de la Fuerza Aérea del Perú (FAP), cuyo rastro se perdió el 20 de mayo durante una misión de instrucción a bordo de un avión KT-1P del Grupo Aéreo n.° 51.
Simultáneamente, la FAP confirmó recientemente mediante un comunicado el hallazgo de una tercera sección estructural de la aeronave siniestrada. El componente fue localizado en la playa Supay, dentro de la Reserva Nacional de Paracas, y verificado por personal técnico especializado. La pieza fue asegurada e incorporada a la investigación técnico-operativa bajo estrictos protocolos de seguridad.
La fiscal Gladys Torres Lobato está a cargo de las diligencias y solicitó informes técnicos detallados sobre el avión, el entrenamiento de los pilotos y las condiciones del vuelo al momento del accidente. Para ello, trabaja en coordinación con un equipo especial de investigación de accidentes aéreos de la FAP.
A casi cuatro días de la desaparición de Vargas en el mar, la búsqueda no se detuvo. La FAP informó que se superaron las 60 horas de vuelo en operativos diurnos y nocturnos, utilizando helicópteros MI-17, otro avión KT-1P, personal médico y efectivos especializados en rescate y operaciones especiales.