En el marco del lanzamiento del Programa de Reconocimiento Ambiental “Arequipa, Ciudad Blanca y Saludable” que busca reconocer a las empresas que destacan en la responsabilidad socioambiental, la Ing. Patricia Bedoya Juárez, Subgerente de Gestión Ambiental del municipio provincial, indicó que el negocio del reciclaje aún no es rentable en Arequipa.

Informó que en nuestra ciudad solo hay 120 recicladores formales que laboran en condiciones adecuadas, y que su sueldo oscila entre 400 y 1500 soles, motivo por el cual convocó a las empresas, instituciones, comercios y juntas vecinales a fin de cambiar esta situación.

Además, explicó que los recicladores informales deben cumplir con un control sanitario y trabajar conjuntamente con los municipios distritales a fin de evitar futuros problemas de salud. “Esa actividad la desarrollan en los puntos críticos donde hay basura, comienzan a reciclar y ahí es donde se pueden contaminar. A diferencia de los recicladores formalizados que trabajan con las viviendas y con los comercios directamente”, agregó.

Cabe resaltar que la distinción ambiental “Arequipa, Ciudad Blanca y Saludable” buscar premiar el buen desempeño ambiental de empresas, instituciones, comercios y juntas vecinales que contribuyan al cuidado y protección ambiental mediante el manejo de sus buenas prácticas ambientales en residuos sólidos. Serán más de 100 empresas e instituciones invitadas a participar y solo 18 de dichas organizaciones recibirán el reconocimiento establecido en las siguientes categorías:

Categoría A: A la excelencia y compromiso con el ambiente.

Categoría B: Empresa Social y Ambientalmente Responsable.

Categoría C: Institución Social y Ambientalmente Responsable.

Categoría D: Comercio comprometido con el Programa AQP Recicla.

Categoría E: Juntas vecinales comprometidas con el Programa AQP Recicla.

Categoría F: Mejor reportaje local con enfoque ambiental.

Afirmó que es una premiación sin fines de lucro, sin embargo, no descarta que en las próximas ediciones se brinde alguna remuneración económica. “Que no debería de haber, porque todos somos agentes de cambio”, finalizó.

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