Por: Rubén Cahuina Quispe
Tras dictarse los 24 meses de prisión preventiva para el gobernador Elmer Cáceres Llica y otros implicados, la consejera regional por Camaná, Chriss Díaz Montoya, publicó en sus redes sociales, la carta que dejó Samanta Miranda Tijero, la agente encubierta que se infiltró en el entorno de "Los Hijos del Cóndor", que surgía desde el gobierno regional y consejo regional.
Samanta fue testigo de hechos de corrupción que se cometían entorno a la gestión de Cáceres Llica y esta los grabó, principalmente, los audios reveladores de las conversaciones del propio gobernador y de otros integrantes de dicha organización criminal, relacionados a la entrega de dádivas, terrenos, obras y negociación de votos.
En una parte de la carta, cuenta que lloró en algunos momentos de su arriesgada labor, que usaba un celular que lo tenía encintado al cuerpo para el trabajo y que la Policía Nacional como la Fiscalía no le brindaron las garantías de protección necesarias para ella y su familia. Menciona que "lo hizo por Arequipa y el Perú". La legisladora regional, Chriss Díaz, agradeció a la agente especial y afirma que "Samanta nunca traicionó a nadie en su vida que no se lo hubiera merecido".
A continuación la carta de la agente especial publicada por la consejera regional, Chriss Díaz:
«Samanta nunca traicionó a nadie en su vida que no se lo hubiera merecido»
Gracias agente especial Samanta
Samanta tenía 24 cuando interpuso la denuncia, la llamaron TP 004-2019. Le habían ofrecido dos parcelas valorizadas por medio millón de soles a cambio de su voto en una interpelación. La recuerdo ese día, tenía miedo y no la juzgo, era la decisión que cambiaría su vida, pidió perdón en silencio a sus padres y hermanos, y continuó.
Su abstención le costó portadas en los diarios, comentarios denigrantes en redes sociales y hemorragias nasales. Su desesperación solo podía apagarse con su conciencia, lo que ella ignoraba, era que recién empezaba.
En enero del 2020 a su pedido, la convirtieron en agente especial. Tuvo que agenciarse con sus propios dispositivos para grabar. Llevaba un celular pegado al cuerpo con cinta de embalaje y se encomendaba a Dios cada mañana para no ser descubierta. Su vida corría riesgo, pero ella no lo media. En alguna de tantas, Elmer Cáceres LLica, en total estado de ebriedad, realizaba disparados con el arma de fuego de su seguridad, lanzando advertencias a los presentes: «si me traicionan se joden, mierdas». Ella temblaba y entrelazaba los dedos.
Samanta logró identificar a los miembros integrantes de la red criminal, liderado por Elmer Cáceres LLica y su modus operandi.
“A cambio de no fiscalizar, denunciar e interpelar la gestión regional, el gobernador Elmer Cáceres Llica, entregaba a través de sus funcionarios, dádivas económicas, terrenos y obras, a los consejeros regionales y funcionarios del Gobierno regional de Arequipa”.
Y así fue, Samanta recibió de forma directa por parte de Elmer Cáceres Llica, S/ 3000.00; luego, acompañada de los consejeros regionales recibió de los asesores del gobernador, y en presencia de este, S/ 10 000.00 y un whisky etiqueta azul. El dinero y whisky, fueron entregados a la policía anticorrupción de Arequipa.
Se le ofreció también terrenos valorizados en millones de soles; tramitados por la Asociación Pampas Bayas, Sol Radiante y 4 de diciembre. Todo ello ahora, bajo el manejo de la fiscalía.
Samanta, pudo identificar los 2 modus por los cuales el gobernador a través de sus asesores y funcionarios coaccionaban a las empresas participantes en los procesos de selección. 1. Previo a la firma de contrato, las empresas eran extorsionadas para que entreguen dinero, bajo la amenaza de quitarles la buena pro. Caso: Compra de equipos para la compañía de bomberos de Arequipa. 2. Los consejeros aliados tenían carta abierta para colocar empresas y recibir a cambio su “diezmo”, por obras a partir de cinco millones de soles.
La investigación fue llevada desde octubre del 2019 hasta octubre del 2021; sin embargo, lo entregado no fue suficiente para recibir oportuna protección, pese a que expuso ante las autoridades, las amenazas y acoso sexual recibido.
Un día antes de la intervención trabajó para el caso hasta las 11p.m.; sin embargo, nadie le avisó de la misma. Se enteró 6 horas después cuando despertó. Entre lágrimas y miedo intentaba explicar a su familia lo sucedido, pidiendo perdón, esta vez en voz alta, abrazó a su madre quien por momentos se desvanecía y continuó. Tuvo que trasladarse con sus propios medios; los que debían hacerlo, estaban en una conferencia de prensa, inflados de pecho, filtrando su identidad y descontextualizando los hechos.
Vio a su pueblo juzgarla, insultarla y reírse de su desprotección, apoyados por el lamentable procesamiento de la noticia. Mientras ella intentaba ponerse de pie, para exigir protección para su familia.
Samanta no está ni triste ni feliz por las consecuencias de su investigación. Samanta solo buscaba justicia para su país, impregnado por la corrupción. Esa misma justicia que debieron tener los padres, madres e hijos arequipeños que fallecieron por no conseguir una cama UCI u oxígeno en la pandemia, mientras el gobernador se ahogaba en alcohol.
No importa que hayas cambiado tu vida, vivas ahora con miedos y espasmos por las noches, porque a pesar de todo, valió la pena. Te vas, sin ningún sol, pero a sabiendas que realizaste tu trabajo, y eso vale mucho más que los sucios millones que te ofrecieron.
Yo te agradezco Samanta, por tu fuerza y sacrificios. Perdón por no haberte hecho justicia, pero hoy tu trabajo sirvió para reivindicar a Arequipa y al Perú.
Sulpayki Sam.
Foto de Sam a sus 5, cuando no le hicieron justicia.