Un trabajador que se dedica a la venta de helados en el norte del Perú tomó medidas radicales para evitar que los agentes de serenazgo de Chiclayo, al mando de la alcaldesa Janet Cubas, decomisara la herramienta de trabajo que utiliza a diario.
Cubas sostiene que cumplen su labor para retirar a los comerciantes ambulantes. "Estamos haciendo la labor disuasiva, osea no cometer excesos pero eso lo tenemos claro; pero también hay que tener firmeza" sentenció
El hecho se registró cuando le decomisaron un carrito tipo triciclo que era usado para vender los helados por parte de un trabajador de 33 años, los trabajadores de la municipalidad de Chiclayo intentaron llevarse el carrito del comerciante causando la indignación de los vecinos.
El vendedor de helados optó por meterse debajo del camión municipal para evitar la intervencion generando un enfrentamiento entre transeúntes y serenos en medio de golpes e insultos.