El juez Laurel Beeler, de la Corte de California, denegó el habeas corpus presentado por la defensa de Alejandro Toledo, por el cual se solicitaba que el expresidente no sea extraditado al Perú.
En su resolución, el magistrado consideró que corresponde a la justicia peruana decidir, en función a las evidencias que existan, si el exmandatario debe o no cumplir prisión.
El 28 de setiembre de 2021, el juez de Estados Unidos Thomas Hixson decidió que Toledo puede ser extraditado, al haber hallado pruebas suficientes que justifican la repatriación solicitada por el gobierno peruano.
Un día después, en entrevista con la agencia Efe, Toledo informó que su defensa pediría un habeas corpus a la justicia estadounidense, lo que, en teoría, podía retrasar e incluso evitar su extradición a Perú.
El habeas corpus, según explicó aquella vez, ponía en duda las condiciones de su detención y la preservación de su derecho de defensa.
Era el único recurso legal de que disponía el mencionado expresidente, debido a que la sentencia del juez Hixson no puede ser apelada.
Toledo es procesado por la justicia peruana por presuntos delitos de lavado de activos, colusión y tráfico de influencias por haber recibido, presuntamente, una coima de 35 millones de dólares de la empresa Odebrecht para favorecerla con la licitación de la carretera Interoceánica.