La Plaza de Armas de Arequipa se convirtió en el escenario de la captura y muerte de Túpac Amaru ocurrido el 4 de noviembre de 1870. La gesta de  José Gabriel Condorcanqui, se revivió por el grupo Kontisuyo Identidad de Cusco, hoy al medio día.

 

“La rebelión de Túpac Amaru, fue la única lucha para dar libertad real a los pueblos originarios que vivían en la agonía. Sufrimientos, que aun los vemos. La figura de José Gabriel y Micaela Bastidas deben rescatarse ahora. Los hijos del Tahuantinsuyo deben recuperar su idioma y apegarse a la madre patria”, explicó la coordinadora de Kontisuyo, Cristina Herencia Hinojoza.

 

Los espectadores de la escenificación recibieron con mucha reflexión la puesta. “Debemos enseñarle a nuestros hijos quienes quisieron a nuestra gente, los que no se vendieron”, manifestó, Roguer Lupaca.

 

 

El levantamiento de Túpac Amaru II, se originó por las reformas fiscales instituidas por el visitador José Antonio de Areche, como el establecimiento del pago de aduanas y el alza de las alcabalas (impuestos). Al ver esto, el cacique José Gabriel Condorcanqui reclamó ante las autoridades coloniales en Tinta, Cusco y Lima, pero no obtuvo respuesta.

 

El 4 de noviembre de 1780, Túpac Amaru apresó al corregidor Antonio de Arriaga y lo obligó a entregarle dinero, armas y animales. Seis días después de su captura lo mandó a ejecutar públicamente.

 

Luego de varias luchas, las tropas represoras enviadas desde Lima por el virrey Jáuregui derrotaron y capturaron a Túpac Amaru II el 5 de abril de 1781, condenándolo a muerte. El 18 de mayo intentaron descuartizarlo vivo en medio de la plaza del Cusco pero no pudieron; por ello, lo decapitaron.