Tras una noche de tensión y toque de queda, con lágrimas de dolor e impotencia, miles de peruanos le dieron el último adiós a los 17 fallecidos que dejaron las protestas contra Dina Boluarte en la ciudad de Juliaca región Puno. 

La tarde de este miércoles 11 de enero se realizó un masivo cortejo fúnebre en la plaza de Armas de Juliaca, los lugareños llegaron con los féretros, flores y pancartas exigiendo justicia y la renuncia de Dina Boluarte, a quien responsabilizan de ser la principal causante de las masacres desatadas en las protestas. 

La poblacion se movilizó demandando su reconocimiento como ciudadanos con derechos ante un Estado que los ningunea y un gobierno que respondió con violencia y represión. "¡No habrá, ni olvido, ni perdón a los responsables de este baño de sangre!", arengaron. 

Los fallecidos durante las violentas protestas del 9 de enero, fueron despedidos como héroes que entregaron su vida defendiendo la voluntad del pueblo. La mañana de este miércoles, los familiares aguardaron ante la morgue del hospital público de la ciudad para la entrega de los restos de los caídos tras culminar las necropsias, que confirmaron que los 17 fueron víctimas de disparos de armas de fuego, según el jefe de Medicina Legal Edwar Mena.

El cortejo fúnebre multitudinario recorrió la ciudad con los 17 ataúdes, de blanco los de menores de 18 años. Entretanto, la huelga general por la renuncia de la presidenta Dina Boluarte persiste, respaldada desde hace dos días con la llegada masiva de pobladores de provincias de la región de Puno, a cuya capital también llegaron refuerzos similares.

Pese a las muertes de los últimos días, que elevaron a 46 el total desde que Boluarte asumió la presidencia en reemplazo del destituido y encarcelado expresidente Pedro Castillo, Puno sigue siendo baluarte del rechazo al nuevo gobierno, pese al respaldo dado anoche al Gobierno por el Congreso de mayoría conservadora.

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