Entre golpes e insultos esta mañana desalojaron  de su vivienda a Estefanía Ramos de 90 años, la cual está ubicada en el pueblo joven Nicaragua, en el distrito de Paucarpata. Según indicaron los vecinos, 5 personas entraron por el techo  y botaron sus pertenencias y la golpearon sin importarles  su avanza edad.

Todo indicaría que su sobrino, Gustavo  Sahuanay  con engaños le hizo firmar unos documentos donde traspasa el terreno a su nombre sin que ella se dé cuenta. Fue grata la sorpresa de doña Estefania cuando llegaron los recibos de agua y luz y ya no figuraba su nombre, sino el de su sobrino.

“Mi sobrino robo  mis llaves y abrió las caja de mis documentos, me hizo firmar diciendo que se perdieron mis papeles y el los sacaría, a última hora me di cuenta que firme para que mi casa este a su nombre”, dijo la abuelita.

El abogado de Gustavo luego de ingresar a la vivienda ordenó cambiar las chapas y sacar las pertenencias a la parte de atrás que no está construida. Según indicó, existe una orden judicial donde la abuelita deberá de ocupar la parte de atrás hasta sus últimos días de vida “yo solo soy el abogado, estoy cumpliendo la ordenanza”, dijo.

Tras permanecer cerca de 1 hora encerrada en el inmueble, la nonagenaria apenas podía mantenerse en pie y clamo justicia “yo trabaje 50 años para levantar mi casa, la policía me golpeo no es justo. Pido que la Ministra de la Mujer me apoyé”.  

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