Es  vergonzoso e  irracional  que  después de más de 500 años de la abusiva y sangrienta conquista española,  sobrevivan  actitudes y comportamientos racistas en buena parte de la población peruana, generalmente es un racismo hipócrita, pues si le preguntamos a algunas personas nos responderán con absoluta convicción que no son racistas y sin embargo, es probable que tengan a flor de labios el insulto predilecto de muchos y muchas: “cholo”, “serrano”, “indio”, “negro”, cuando se trata de  ofender al interlocutor de turno.

También hay aquellos sinvergüenzas que públicamente sueltan su veneno racista, tal como lo hemos  constatado últimamente a través de videos propalados por los MCS  y redes sociales, siendo el caso más llamativo el insensato y desfachatado  comportamiento de la congresista  Martha Chávez, quien de manera “reptiliana” expectoró frases  racistas al referirse a los rasgos  físicos del expremier Vicente Zeballos, recientemente designado por el Gobierno peruano como miembro permanente ante  la Organización de Estados Americanos (OEA).

Las necias expresiones de la fujimorista Chávez, han originado una avalancha de protestas y manifestaciones de franco rechazo por parte de la mayoría de ciudadanos de todas las edades y condiciones, lo cual es una muestra saludable del hartazgo frente a las conductas discriminatorias como el nauseabundo racismo.  La reacción ciudadana frente a las frases racistas de la citada congresista, es una valiosa muestra de la capacidad de indignación de la gente consciente hastiada de tanta injusticia, desigualdad social y oprobiosas discriminaciones.

Son también valiosos los pronunciamientos de algunas organizaciones, como por ejemplo el de la Promoción 1969 “José María Arguedas” de la Facultad de Educación de la UNSA, que han hecho público su rechazo a todo acto que afecta la dignidad humana y a la vez han manifestado su solidaridad y desagravio a nuestros hermanos moqueguanos, aludidos por la parlamentaria racista.

Este es un buen momento para que las autoridades pertinentes como la Comisión de Ética del Congreso y el Ministerio Público, apliquen sanciones ejemplificadoras a la Sra. Martha Chávez en su calidad de congresista y al parecer la máxima representante del racismo en el Perú y así sentar  un hito que detenga toda forma que deshumanice y sea contraria al  primer artículo de la declaración universal de los derechos humanos, que a la letra dice “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”·

Si bien el gran sabio Albert Einstein dijo alguna vez que “Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio”; sin embargo , consideramos que  aunque  será difícil, no es imposible cortar de raíz los prejuicios que generan el  deshumanizante racismo, ello implica  no solo la aplicación de  fuertes sanciones a  los y las racistas, sino fundamentalmente cambiar la mentalidad  de la población  a través del  proceso educativo que no solo es privilegio de las escuelas, colegios y universidades, sino de la sociedad en su conjunto  y donde los organismos estatales, partidos políticos y la sociedad  civil  en su conjunto, entre ellos los  MCS, juegan un rol vital.

Es hora de que trabajemos sinérgicamente para detener todo tipo de maltratos e injusticias, hagámoslo enarbolando el lema de ¡RACISMO BASTA YA!, a fin de contribuir a la construcción de una mejor sociedad, más humana, democrática, justa y sin ningún tipo de discriminación.

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