Frente a la incertidumbre por un posible rebrote de infecciones de coronavirus en Italia, el presidente de la región de Campania, Vincenzo de Luca, aprobó una ordenanza que establece multas de 1.000 euros a quienes no cumplan con portar una mascarilla en los lugares cerrados.

Los primeros locales ya fueron sancionados. Se trata de una peluquería, un bar y otro comercio de Salerno. La policía llegó al lugar y verificó que las personas no cumplían con portar el protector facial.

“Si nuestros conciudadanos creen que el problema está resuelto, ello quiere decir que en un plazo de algunas semanas retornaremos a una grave emergencia”, sostuvo De Luca a medios locales.

Italia es uno de los países más castigados por la pandemia que inició en Wuhan, China. Hasta el sábado 25 de julio registra 245.864 casos activos, 35.102 muertos y 198.320 recuperados, según datos del Ministerio de Sanidad. La región de Lombardía se mantiene como la más afectada, ya que registra 95.633 casos, seguida por Piamonte, con 31.558, y Emilia-Romaña, con 29.295.

“Tenemos que contener al máximo al coronavirus antes del frío del otoño invierno (septiembre-octubre)”, declaró el epidemiólogo de la Universidad de Pisa, Pier Luigi Lopalco, en conferencia de prensa. Agregó que el objetivo es detener la propagación de focos de infección.

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