Noa Pothoven es el nombre de la joven de 17 años que fue víctima de abuso sexual el año pasado. A raíz de los severos traumas emocionales que sufrió desde el ataque, la adolescente tomó la decisión de aplicarse la eutanasia, tras calificar su vida como un "sufrimiento inaguantable". 

El calvario de Noa inició a la edad de 11 años, luego que fue agredida sexualmente por un presunto "amigo" cuando estaba en una fiesta. A los 12 vivió un trauma similar en casa de otro adolescente y dos años más tarde fue violentada por dos sujetos muy cerca a su casa en Arnhem, Holanda. 

A raíz de los ataques de los que fue víctima a lo largo de su vida, la joven de 17 años manifestó a su familia que no podía continuar con su vida, por ello terminó con su vida tras aplicarse la eutanasia en su habitación, rodeada por sus familiares, con la intención de "acabar con su sufrimiento". 

Antes de la aplicación de la medida, la joven usó sus redes sociales para revelar las razones que la llevaron a tomar la trágica opción. "Iré directo al grano: en un plazo máximo de 10 días moriré", reveló la joven, quien argumentó su medida con un extenso mensaje. 

"Después de años de luchar y pelear, francamente estoy agotada. He dejado de beber y comer por un tiempo, y después de muchas discusiones y evaluaciones, decidí acabar con todo porque mi sufrimiento es insoportable. Todavía estoy respirando, pero en realidad ya no estoy viva", escribió en sus redes.

Noa Pothoven comentó que revivió su dolor todos los días, y pese al daño emocional que afrontaba a diario, no comentaba su sentir a sus familiares. "Hasta el día de hoy todavía siento sucio mi cuerpo. Mi intimidad ha sido asaltada, y nunca se podrá deshacer", indicó la joven en los textos que sus padres encontraron en numerosas cartas de despedida que había escrito, donde detallaba las razones que la llevó a optar por la eutanasia. 

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