Luego que Italia sufriera la muerte de más de 30.000 personas y 230.000 contagiados por coronavirus, la sociedad continúa expandiendo la enfermedad con malas prácticas en la capital.

Por tal motivo, el ayuntamiento de Roma ha aprobado una ordenanza que establece multas de entre 25 y 500 euros a quienes arrojen en la vía pública las mascarillas o los guantes usados para evitar el contagio del COVID-19.

“En estos meses de emergencia sanitaria del coronavirus nuestros operadores ecologistas han denunciado en numerosas ocasiones la recogida de guantes y mascarillas usadas, arrojadas al suelo por personas maleducadas”, lamentó la alcaldesa, Virginia Raggi.

La ordenanza que rige hasta el próximo 31 de julio se “prohíbe” botar este tipo de objetos de protección en todo el territorio municipal y la imposición de multas, salvo que el abandono sea un delito.

Ya se había hecho costumbre que los italianos tiren en la vía pública este tipo de dispositivos personales, una mala práctica que viene siendo denunciado por organizaciones ambientalistas.

La alcaldesa reiteró que las mascarillas y los guantes deben ser desechados en los contenedores, ya que al ser tirados en la calle “constituye no solo un potencial riesgo sanitario”, porque podrían estar infectados de coronavirus o provocar daño al medio ambiente.

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